Luego de varios meses sin lograr escribir nada estoy intentando retomar algo que realmente agrega valor a mi vida y me ayuda a pensar en lo que está pasando a mi alrededor. Es difícil comenzar a escribir sin tener algo en específico pensado, pero espero que a medida que vaya escribiendo me vaya sintiendo más cómodo con volver a hacerlo.

Últimamente estoy descartando las ideas desde antes de siquiera escribirlas. Las pienso, les doy algo de vueltas en mi cabeza, y cuando llega el momento en que debería escribir al respecto sobre el tema, me bombardean pensamientos de que no vale la pena o que no tengo nada más que opinar.

Por lo general cuando esto sucede escribo uno o dos párrafos y el borrador de lo que podría ser un buen artículo se queda estancado en mi carpeta de 'drafts', esperando a ser continuado en algún momento de mi vida; esperando a que "llegue la inspiración".

Hoy precisamente, hace unos minutos, tomé esa carpeta de borradores y comencé a borrar archivos porque sé que si no lo hice en aquel momento, más adelante no escribiré sobre esos temas. El no encontrar nada que quisiera seguir escribiendo en este momento, entre las decenas de ideas que tengo regadas en mi computadora, fue la causa de que comenzara este archivo nuevo y me pusiera a escribir. Con la esperanza de algo nuevo, algo que terminar.

Me preparé para hacerlo posible, cerré las cortinas de mi cuarto, desconecté el segundo monitor, traje agua, puse la música de fondo adecuada, con el volumen adecuado y aquí me encuentro. Luchando por encontrar algo que me mueva entre lo que escribo, luchando por hacer realidad algo que me gusta.

¿Y sabes algo? Ahora me siento mejor.

Ahora me siento mejor porque creo que estos pocos párrafos que he escrito me han ayudado a ver cuánto me he estado perdiendo simplemente por no sentarme a escribir antes. Me han hecho notar que lo que he escrito agrega a mi vida el valor que he estado buscando.

Ya no necesito buscar un tema nuevo, el tema estaba claro desde el principio y es precisamente esta guerra que estoy llevando conmigo mismo, con mis hábitos, mis adicciones y aquellas malas costumbres que me alejan de lo que realmente quiero hacer.

El viernes leí el libro 'The War of Art' por Steven Pressfield y aunque en el momento no fue la gran cosa para mí, de hecho todavía no lo percibo como tal, en su primera sección me hizo ser consciente de la situación que ha impedido que continúe escribiendo.

Me ha hecho tener presente que si algo me ha estado limitando he sido yo y mi acto de mirar a otro lado cuando tengo oportunidades presentándose frente a mis ojos, cuando tengo miles de ideas que quiero compartir, que valen la pena redactar. Ideas que con solo haber tomado la decisión de sentarme hoy a escribir han comenzado a surgir.

Hoy comencé, luché, vencí a la resistencia y terminé de escribir.

Hoy me sentí bien.